No te comas el marshmallow
Lo contrario al fracaso se llama autodisciplina.
No podrás tener éxito si no tienes disciplina.
Una agencia de psicología hizo una prueba con niños de 3 a 4 años encerrándolos en un cuarto sentados con un marshmallow sobre la mesa. Se les dijo que regresaríamos en 15 minutos y si no se habían comido el marshmallow le daríamos otro.
Dos (2) de cada 3 se comieron el marshmallow antes. No resistieron esperar. Uno (1) de cada 3 tuvieron la autodisciplina necesaria para esperar y luego disfrutar de los dos marshmallows.
Muchos años más tarde la mayoría los niños que se comieron el marshmallow eran personas fracasadas. Habían dejado la escuela, no trabajaban y los que trabajaban tenían un empleado humilde de un salario muy bajo.
Por otro lado, los niños que no se comieron el marshmallow eran personas más profesionales. Lideres de progreso. Emprendedores, personas distinguidas que dirigían empresas muy grandes.
El Fracaso forma parte de nuestras vidas.
Comenzamos nuestros primeros años a sobrevivir en un ambiente de fracaso. Nos enseñan a hacer lo más fácil. Nos bombardean diariamente con pensamientos asociados al fracaso. No pienses en mañana, piensa en hoy, deja lo difícil para después, no hagas esto, no podrás hacerlo, no sueñes, confórmate con lo que tienes, eso no se hace, no progresarás, no serás nadie, los ricos están completos, ser rico es malo, confórmate con lo que DIOS te dio, confórmate, confórmate.
Lo contrario al fracaso se llama autodisciplina
Lo contrario al fracaso se llama autodisciplina. Auto porque será muy difícil que alguien te discipline. Solo tú podrás hacerlo. Siempre tendrás cerca de ti aquellas personas, que también son fracasados, repitiéndole hasta el cansancio que no hagas caso de nadie que quiera cambiar lo que hasta ahora estas haciendo igual. Muchas veces terminamos alejándonos de personas que verdaderamente quieren que tengas éxito. Que seas una persona de bien. Pensamos erróneamente que esta persona busca es el bien para él, no para mi. Y hasta le llevamos la contraria para demostrarle que somos mas listos que él. Hasta ese extremo puede llegar el fracaso.
Lo que pasa es obvio. Ser un fracasado es sencillo. Me levanto a la hora que yo quiera, me acuesto tarde, no hago ejercicios, no voy a ninguna reunión, no me preocupo, no leo, no estudio, ocupo mi tiempo testeando bobadas en mi facebook, se siente rico cuando escribo en facebook y mis amigos me dan like, que importa si lo leyeron o no pero me dan animo para seguir haciendo lo mismo sin tener que preocuparme, me como lo primero que vea en la nevera sin preocuparme por mi obesidad, lo que hago no me produce dinero pero me produce bienestar emocional, no le hago caso a nadie que quiera cambiar las cosas que son mas fáciles para mi. Mis verdaderos amigos son aquellos que me motivan a seguir haciendo las cosas como las he hecho hasta la fecha. Seré rico cuando DIOS quiera. Mientras tanto seguiré disfrutando la vida tal y como venga. "Que fastidio con aquellas personas que no están de acuerdo con lo que hago."
Nos hacemos dueños de todas las frases que disfrazan nuestro fracaso. "Pobre de mi jefe se cree que es más feliz que yo". "¿Papi, por qué el vecino tiene piscina y nosotros no?" "Hijo mío, nosotros somos pobres pero somos felices". Como si el rico no lo fuera. Y nos sentimos orgullosos testeándolo en facebook y que nuestros amigos nos comenten: Me gusta, estoy de acuerdo contigo, eres un genio, etc.. Mientras más fracasados somos, más grandes nos sentimos. Propagamos el fracaso a nuestros hijos, a nuestros amigos. Nos hacemos cada día más fracasados sin darnos cuenta. El fracaso es un virus que se reproduce automáticamente en nuestro cerebro. Cada día se hace más grande. ¿Es este tu caso?
Para tener éxito se necesita Autodisciplina.
El único antídoto que existe para este virus del fracaso se llama autodisciplina. Para ser una persona de éxito hay que hacer lo contrario del fracasado. Hay que tener Auto Disciplina. Seguir a las personas que tienen éxito y desean que tú también lo tengas. Levantarte con energía todas las mañanas y salir a demostrar que eres un verdadero líder, no es tarea fácil. Se necesita una verdadera auto disciplina. Acostarme temprano, estudiar todos los días y tratar de ser una persona cada día más responsable son cosas que requieren de un verdadero emprendedor. Para enfocarte hacia el verdadero éxito tienes que prepararte para bregar todos los días con aquellas personas que quieren que hagas lo mismo de siempre. A saberlos sobre llevar también hacia el éxito sin que se molesten contigo. A salirte de todo aquello que solo te ofrece bienestar emocional pero que te hace más vago y no produce ningún bienestar económico y de éxito.
A veces tenemos tan cerca el éxito que si lo supiéramos nos daría un choque emocional. Tenemos tan cerca a personas que verdaderamente quieren lo mejor para nosotros y las hemos ignorado de por vida. La pereza, la vagancia, la dejadez, la falta de energía, la ignorancia, la falta de animo, la presión que ponen los mas allegados a uno para seguir haciendo lo mismo, en otras palabras (el lumbral del fracaso), no nos permite verlos y aprovecharlos.
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